¿Quieres ser por siempre un mero
“jefe”, dictador y temido? ¿quieres que tu equipo sienta miedo de ti, en lugar
de respeto y confianza?
Hoy te comparto algo que retomé
de las enseñanzas de Robert Kiyosaki, con quien formo equipo hace 10 años, y
quien sin duda, ha sido un gran maestro y mentor para mí.
Los mejores líderes en el mundo
empresarial tienen una ética única, así como una determinación innegable para
sobrepasar cualquier obstáculo en su camino, y al mismo tiempo entienden que
necesitan interactuar y comunicarse con su equipo. No puedes ser un buen
líder sin una auténtica y genuina
conexión humana. Aquí te comparto 3 tips para lograrlo
1. Sé directo
¿Has tenido algún jefe que era
impredecible? Es decir, ¿nunca sabías cuál podría ser su reacción si te
acercabas a él/ella con una pregunta o sugerencia? Si no eres 100% sencillo y/o
directo todo el tiempo, los integrantes de tu equipo harán todo lo que puedan
para evitar la comunicación contigo. Si esta desconexión sucede, bajarás
drásticamente tu influencia. Un líder fuerte es
una persona accesible y directa todo el tiempo.
Una de las soluciones más sencillas
es dejar siempre los asuntos personales y las distracciones “puertas afuera”.
Cuando estés en el trabajo, cuando inicies tu día, deja esas cosas fuera de tu oficina.
Mantenlas fuera hasta que tu día termine.
En el transcurso de nuestra vida
todos tenemos problemas con los que lidiar más allá de nuestra vida
profesional, pero es cómo manejamos esas cosas lo que finalmente impacta en el
tipo de líderes que llegamos a ser. La consistencia es la clave para la
comunicación, tu equipo necesita saber que puede acercarse a ti siempre para
platicar algún tema, y esa confianza se construye cuando tú eres una persona
directa y sencilla.
2. Escucha más
Hay muy pocas cosas más
estresantes y abrumadoras que comenzar un negocio. En el momento en el que
decides dar el salto y convertirte en emprendedor, inmediatamente asumirás
innumerables responsabilidades.
Muchos emprendedores asumen el
rol de “jefe” y se convierten en dictadores, permitiendo que su nuevo título
confunda su juicio o entendimiento. En lugar de eso, comunícate justo como lo
harías en una conversación normal. Habla, pero más importante, escucha.
Escucha más allá de tu propia
conversación, sobre todo. Cuando constantemente tienes tus oídos abiertos te
darás cuenta de las cosas que se pueden mejorar en tu empresa y que no solo
hará a tu equipo más feliz y productivo, sino que también tendrán un impacto
positivo en los resultados de todos.
3. Dale voz a tu equipo
Es importante encontrar un modo
fácil de que las personas hablen cuando lo necesitan. Asegúrate de darte y
darles el tiempo para hablar. Para tener una buena comunicación y
retroalimentación, trata de designar a una tercera persona para que haga
preguntas, comentarios y exprese inquietudes al final de una reunión.
Los mejores líderes actuales
tienen una visión fuerte y empoderan a su equipo completo para que tengan voz,
permitiéndoles contribuir a la visión. Dándole voz a tu equipo los empoderas
para contribuir al bienestar y crecimiento integrales de tu empresa.
La pregunta hoy es: ¿Qué harás para ser el mejor líder que puedas
ser?