Estamos iniciando un nuevo año, seguramente hiciste tu lista
de propósitos para este 2018 que recién comienza, adivino que debes estar súper
motivado y entusiasta; pues bien, más allá de la motivación y el entusiasmo la gente
falla cuando el tiempo empieza a transcurrir, empiezan a olvidar sus metas,
dejan de ser constantes y así con el tiempo aquellos propósitos fantásticos
quedan en el olvido total, o cumplidos a la mitad. No te quedes en el “casi lo
logré”, y toma en cuenta estas 3 formas que te ayudarán muchísimo para
conseguir lo que desees este año que inicia.
Enfócate: Este es el principal paso que debes dar. La
mayoría de la gente no cumple sus propósitos porque cuando pasa el tiempo
pierden el enfoque y también la motivación, sin embargo el enfoque es el
elemento indispensable para que lleves a buen término tus proyectos, tus
propósitos, metas u objetivos. ¿Cuántas veces en tu vida has dejado de
conseguir cosas por falta de enfoque? Es momento de aprender de tus errores y
vivir enfocado en el día a día en aquello que debas hacer para cumplir tu gran
meta. Recuerda que “si te enfocas en los resultados nunca tendrás nada, pero si
te enfocas en lo que tienes que hacer los resultados llegarán”.
Establece prioridades: Cada día una prioridad, así de
sencillo y así de difícil al mismo tiempo. Muchas personas cometen el error de
querer hacer muchas cosas a la vez (incluso lo hacen) pero solo consiguen
sentirse estresados, mucho más cuando no terminan ninguna y sienten que todo su
esfuerzo ha sido tirado a la basura. Enfócate en la prioridad del día o de la
semana y trabaja con una alta auto disciplina en esa prioridad. Si no tienes
claras tus prioridades lo más seguro es que termines perdiendo mucho tiempo en
cosas que en realidad no eran tan importantes, así que si quieres conseguir tus
propósitos de fin de año será necesario que definas todas las prioridades
diarias que te llevarán a conseguir el gran objetivo final.
Pide ayuda cuando sea necesario: A veces podemos llegar a
creernos autosuficientes pero esto no necesariamente es verdad, de hecho, casi
nunca sucede. La mayoría de las cosas o las actividades que desarrollamos
requieren que nos relacionemos directa o indirectamente con otros, pero a veces
por orgullo o soberbia no lo aceptamos, y debido a ello también nos negamos la
posibilidad de pedir ayuda de otros. Reconoce que para lograr tus propósitos la
mayoría de las veces necesitarás ayuda de otros, y pedir ayuda algunas veces no
debe ser motivo de vergüenza.
La pregunta hoy es: ¿llegarás a final de año con tus
propósitos cumplidos?
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