En el mundo apresurado que vivimos estamos acostumbrados a
hacer las cosas por inercia, una cosa tras otra, y luego otra y otra y otra y
así la lista se vuelve interminable. Y pocas veces nos detenemos a pensar
cuántas de esas cosas han significado una victoria, un punto a tu favor. Hay tareas que por más pequeñas que parezcan
no dejan de ser una victoria, un logro para ti, un pequeño éxito.
Ten presente que cada
paso que das te acerca a la meta: Para conseguir una meta (diaria, mensual,
anual, etc.) tienes que ir dando pequeños pasos o teniendo avances graduales. Y
cada uno de ellos es una pequeña victoria dentro de la trayectoria general. No
te esperes a felicitarte y sentirte orgulloso hasta que al fin llegue el día
que lograste tu meta. Siéntete feliz por cada paso bien hecho, por cada avance
que tengas: todo cuenta, todo suma.
Mantén la motivación
a pesar de los fracasos: Seguramente en el trayecto encontrarás reveses y
dificultades, pero no permitas que éstos te desanimen. A veces no hay caminos
fáciles y es de tus errores de lo que puedes aprender más. Si te equivocas una
vez, aprende la lección y sigue adelante, y hasta puedes celebrar la lección
aprendida, será más divertido ver lo bueno y sacar provecho a futuro de ello.
Aprende a celebrar
los éxitos de los demás: No te centres solo en ti mismo, en lo que tú
logras. Sal de la caja y mira a tu alrededor, cerca de ti hay gente teniendo
logros grandes y pequeños; en lugar de sentir envidia te invito a que sientas
alegría por ellos ¡se siente mucho mejor alegrarte que tener envidia!
Hoy celebro tu victoria de que te hayas tomado 5 minutos de
tu tiempo para leer esto y celebro mi victoria de que hayas llegado hasta el
final de este blog ¡Te felicito y me felicito!
La pregunta hoy es: ¿estás dispuesto a celebrar cada pequeño
triunfo que tengas este día?
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