La inteligencia financiera abarca varios pasos o elementos,
pero hoy quiero escribir acerca de solo uno de ellos: el hábito de ahorrar. A mucha
gente le cuesta bastante trabajo destinar dinero para el ahorro pues hasta
sienten la necesidad de gastar lo que tienen, o se inventan necesidades que en
realidad no existen (se trata solo de caprichos) para justificar el gasto y el
poco o nulo ahorro. Les genera mucha ansiedad tener que olvidarse de ese dinero
destinado al ahorro, y a la menor provocación corren a gastarlo. ¿Qué debes
hacer para ahorrar y no morir en el intento? Voy a compartirte 3 tips:
Págate a ti mismo:
Me encanta ver el tema del ahorro como un pago para mí mismo. Cuando recibas tu
sueldo (si eres empleado) o las ganancias de tu empresa (si eres emprendedor o
empresario) separa el 10% para pagarte a ti mismo, es decir, para ahorrar. Piensa en este término de pagarte a ti mismo para que cambies tu mentalidad, y si ves el
ahorro como algo estresante puedas empezar a verlo como algo positivo y hasta
divertido. Los expertos recomiendan un 10% de tus ingresos como una cantidad
aceptable de ahorro, pero si puedes ahorrar más ¡no lo dudes! Al ahorrar o
pagarte a ti mismo como yo le llamo, estás protegiéndote para un futuro, ya sea
que tengas una crisis financiera, algún imprevisto o alguna futura inversión.
Haz un presupuesto:
Sé un buen administrador de tu dinero, no gastes en caprichos, no compres con
las emociones, no seas un eterno defensor del “me lo merezco”, en lugar de eso
ajústate al presupuesto que establezcas. Destina el dinero para cubrir las
necesidades reales que tienes (no las inventadas) y dentro de este presupuesto
recuerda destinar el 10% para pagarte a ti mismo. Dicen que el dinero llega con
la responsabilidad de saber usarlo con inteligencia, y sin duda presupuestar
tus gastos en un signo de inteligencia financiera que te traerá grandes beneficios.
Acostúmbrate a vivir
con el 90%. Si destinas el 10% para el ahorro, deberás acostumbrarte a
vivir con el otro 90% y créeme, no es algo del otro mundo, no es tan difícil
como crees y mucho menos imposible. Imagina que tu 90% es “tu 100%” y vive solo
con eso mientras que el resto destinado para el ahorro sea algo intocable. Al
principio quizá te parecerá difícil pero solo es cuestión de autodisciplina y
de mantener el hábito. El presupuesto que hagas ajústalo a ese 90% y no gastes
más que eso.
Empieza a practicarlo lo más pronto posible y verás los
grandes resultados que produce el buen hábito de ahorrar. ¡Empieza hoy!
La pregunta es: ¿aceptas el reto de vivir con el 90% de tus
ingresos?
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