Con la llegada de diciembre y las consecuentes fiestas y
celebraciones, solemos gastar el dinero que llega, de manera poco inteligente.
Si eres empleado y recibes tu aguinaldo es probable que ya tengas pensado cómo
lo vas a usar, incluso puede ser que aunque aún no lo tengas en tu poder ya
esté destinado a pagar deudas que adquiriste durante el año. El dinero llega
con la responsabilidad de saber usarlo, así que hoy te dejo 3 consejos para que
no lo gastes con el corazón, sino con la cabeza.
Ahorra: Destina una parte del dinero para ahorrar, “págate a
ti mismo” como suelo decirle a los emprendedores. Pagarte a ti mismo no significa
comprarte tus caprichos, es más bien, ahorrar. Las ventajas del ahorro son
muchas, y si ya eres un buen ahorrador sabrás que te estoy diciendo la verdad.
Ahorrar para imprevistos o para invertir es una de las mejores cosas que puedes
hacer con tu dinero. Aunque tengas la enorme tentación de gastar ¡detente! y
guarda una parte para tus ahorros o para por fin invertir y poner el negocio
que sueñas.
Invierte: Independientemente de la cantidad que guardes como
ahorro, también puedes usar otra cantidad para invertir y generar activos (los
activos ponen dinero en tu bolsillo). Es un gran error creer que solo aquel que
tiene mucho dinero puede invertir, aunque no tengas mucho dinero actualmente se
puede empezar a invertir con pequeñas cantidades, el asunto aquí es que te
eduques financieramente y descubras las inversiones que más te gusten, te
atraigan o te apasionen.
No despilfarres: Con la emoción al límite por el final de
año, las fiestas, el aguinaldo, objetivos alcanzados, reencuentros, etc., es
natural que nuestra inteligencia baje afectándole directamente a nuestro
bolsillo. No se trata de ser tacaños y no gastar un solo centavo en esta época,
me refiero más bien a mantener la emoción en su sitio sin que ella nos haga
perder la cabeza gastando aquí y allá, endeudándonos en las tarjetas de
crédito, etc. Es maravilloso poder compartir con nuestros seres queridos estas
fechas, dar regalos, ir a fiestas, pero generalmente mucha gente gasta más de lo que tiene y entonces llega la
temible deuda, y en enero estarás lamentando no haber tenido la prudencia de
gastar con medida. Recuerda que cuando la emoción sube la inteligencia baja,
así que pon las emociones en su sitio y sé inteligente con tus finanzas, no
solo en esta época sino todo el año.
La pregunta es: ¿estás listo para usar tu dinero con
inteligencia?
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