lunes, 17 de febrero de 2014

El egoísmo

Hoy quiero escribir acerca de algo que en lo personal considero uno de los retos más difíciles por vencer en mi vida, incluso con sólo entenderlo correctamente me haría ir un gran paso adelante, me refiero al egoísmo.
Normalmente tenemos un deseo de generar cosas en nuestra vida para poder satisfacer algo personal, vivimos en una jungla de competencia y de inmediatez muy agresiva, creo que la competencia contigo mismo exigiéndote cada día un poco más es muy importante, pero cuando esa competencia es para ganar sin importar lo que me lleve o a quien dañe en el camino, es un acto muy egoísta, al sólo querer  satisfacer mi sentido de ego y victoria personal, ahí es donde el egoísmo hace su gran aparición.
Primero debo entender que el mundo que veo es creado por mi, por los acuerdos y creencias que habitan en la intimidad de mi mente. 
Si estoy de acuerdo en este principio puedo darme cuenta que la mayoría de las acciones que realizo son en primer lugar por un acto egoísta, viendo mi bienestar personal para tener una vida como yo la deseo, lo cual es un deseo legítimo y bueno, pero si como consecuencia lo hago para ser más o ganar o tener una ventaja sobre otro u otros dañándolos, entonces ahí es donde empieza el problema. Yo debería tener un alto sentido de crecimiento y competitividad personal en mi vida y al mismo tiempo servir a los demás sin egoísmos (como lo dije al principio, apenas estoy en el proceso de asimilación y acción).
Esto lo debo hacer cuando entiendo que lo que siembro cosecho, las acciones (positivas y negativas) que hago crean mi mundo y como un boomerang regresarán.
Entonces ¿cómo hago para dejar de lado el egoísmo?
Yo creo que el primer paso es actuar con humildad pero con gran energía, alto deseo de ganar pero también dejando que otros ganen y empujando a los demás a ser líderes y crecer, con la clara mentalidad que la competencia más fuerte es hacia dentro, conmigo mismo y que las personas y circunstancias que me rodean son un reflejo y espejos de mi. Intentar cómo ganar-ganar pero sirviendo y creciendo. 
Uno de los primeros pasos para obtener esta conciencia es reflexionar sobre algún hecho de nuestra vida, por ejemplo la pérdida de algo o alguien (en mi caso la pérdida de mi hijo me ha puesto en la situación de análisis de lo que me rodea), algo que pasó pero que me ha hecho moverme en una dirección de crecimiento diferente, en donde por más egoísmo que tenga me doy cuenta que yo estoy sólo con mi sentimiento, que nadie puede meterse en mi y ver, sentir o experimentar lo que yo estoy viviendo. En ese momento obtengo el primer punto de partida para ver el tamaño de mi inconsciencia con mi entorno, pero también en ese bello momento se abre la oportunidad para ver que el egoísmo no me lleva a nada y esto no quiere decir que todos tengan que pasar un momento tan trágico, puede ser incluso el hecho de extraviar a tu mascota o la pérdida de un gran amor de pareja, no hay competencia en el tamaño del dolor, simple y sencillamente es tu realidad y tu propia experiencia.
Al llegar a este punto y analizar tu egoísmo puedes empezar a pensar qué pasaría si tus acciones estuvieran libres de egoísmo y enfocadas a sembrar amor y soporte a los demás; sé que para algunos puede sonar como un mundo de fantasía, sin embargo -como la mayoría de las cosas y circunstancias en nuestra vida- inténtalo y empieza a hacerlo con algo pequeño, por ejemplo: evita el egoísmo al manejar y quitarle dos metros de calle al conductor vecino, es hacer algo pequeño por los demás pero de forma consciente y enfocada.
Repito que yo soy un principiante aprendiz, de lenta asimilación, pero que al escribir este día deseo hacerlo sin egoísmo personal y con amplio sentido de reflexión y ayuda a los demás, tratando de guardar al ego en una caja, aunque quiera escaparse por algún lado intentaré
La pregunta hoy es ¿con cuánto egoísmo te levantas todos los días?¿qué efecto positivo estas obteniendo con esto? ¿por qué no lo transformas?

QDTI

Alfredo


No hay comentarios:

Publicar un comentario