viernes, 31 de enero de 2014

Celebra los éxitos de otros

Cuando le pregunto a las personas o alguien más me pregunta a mi si me alegra cuando un competidor obtiene algún éxito, o cuando un familiar o amigo cercano gana un aumento o una mejora en su vida, la primera respuesta es "claro, me da mucho gusto que lo haya logrado", pero al hacer un examen honesto en la intimidad de mi ser me di cuenta que la mayoría de las veces no tenía ese sentimiento claro y positivo de alegría, en realidad tenía un molestia.
Así que la vida me puso frente a la solución, leyendo un libro llamado "El Karma del amor" (de Geshe Michael Roach) y preguntando a otros, me di cuenta que la mayoría actuamos igual y decimos "claro que me alegró, ni que estuviera loco para no hacerlo, es mi hermano, hijo o amigo",  pero en el fondo a la mayoría nos molesta, esto es muchísimo más común de lo que te puedas imaginar, así que si estás leyendo esto y te identificas, bienvenido al club. Francamente necesitas un alto grado de honestidad personal para no engañarte a ti mismo y ser sincero acerca de tus sentimientos.
Sé que al leer esto muchos estarán un poco contrariados y se sentirán observados por ellos mismos al hacer consciente esa reacción, pero para poder arreglar o cambiar alguna actitud primero tenemos que reconocerla y así poder abordarla e implementar una solución.
Una vez que tengo reconocida esa actitud, el secreto es sorprenderte en el momento exacto que sientes la molestia por alguna cosa positiva (o incluso negativa) que le sucede a alguien. Esto es como jugar a atrapar al ratón, debes estar muy atento y con paciencia para auto-observarte, ver el momento justo cuando el ratón asoma los bigotes; no te castigues ni sufras al verte así, ni empieces a decir lo malo que eres por tener ese tipo de pensamientos, al observarte ya estás avanzando para evitarlo.
Cuando empieces a sentir la molestia observa que viene de ti, que la acción o acto externo del éxito o fracaso del otro viene de ti, está activando algo que tú puedes controlar o ajustar, lleva un poco de tiempo y práctica pero si lo haces divertido te puede pasar como a mi, que en medio de una reunión o junta inclusive, escucho algo que activa a salir al ratón de la ratonera y me empiezo a reír de las tonterías que estoy pensando y las envidias y molestias absurdas.
También existe un complemento muy poderoso y divertido. Por las noches cuando llegues a tu cama ya después de la turbulencia del día con el estrés, tráfico y problemas, relájate. Regálate 3 minutos sagrados contigo mismo viéndote alegre y exitoso. Esto se lee muy fácil pero cuesta muchísimo trabajo el regalarnos 3 pequeños minutos de alegría, esto ayuda directamente a no sentir esa molestia o deseo malsano por los que nos rodean, además de garantizar el que durante tu sueño tu cerebro cambie el programa del día no muy positivo (en algunas ocasiones), por uno poderoso que te mantenga alerta de tu vida.
La pregunta es ¿cómo vas a garantizar el hacer tu ejercicio de los 3 minutos todos los días?
Yo solamente te he dado la sugerencia de practicar esto pero la acción y decisión de hacerlo es solamente tuya.

QDTI

Alfredo

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